Situados en la provincia de Salamanca, cuna del jamón ibérico, el origen de nuestro trabajo comienza en nuestra explotación ganadera. En un régimen extensivo de grandes praderas, los cerdos corretean libremente alimentándose de pastos y cereales bajo un riguroso control sanitario. Una vez que alcanzan el peso idóneo, son trasladados a nuestras montaneras situadas en la provincia de Badajoz para completar su alimentación a base de bellotas, raíces y hierbas.
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